martes, 26 de enero de 2016

Resumiendo el 2015 parte II

-I-

Por alguna razón he intentado empezar a escribir este post no menos de 4 veces. Creo que no tengo como colocar en palabras lo que viví con el Pollo en los últimos meses de 2015.

La segunda mitad del 2015 fue realmente inolvidable. Y sé que repito después de cada concierto que ese es el mejor al que he ido pero el Pollo siempre está reinventándose. Si hay varias fechas de un mismo concierto, nunca un día será igual que el otro y eso es algo que una fanática agradece.

Luego del emotivo concierto con la serenata a la Chinita, mi siguiente concierto fue uno de mi top 5. Totalmente distinto, en el área VIP de un restaurante en Caracas, Sótano Grill un concierto íntimo, cantando las canciones de Manzanero. Seré sincera, en este país la situación económica está cada vez más difícil y mi caso no es la excepción.  

Me puse en contacto con el encargado del evento, un Caraqueño súper amable, todo un caballero así que si van al Sótano Grill pregunten por RUI FARÍA, y le envían saludos de mi parte.  Contra todo pronóstico viajé de Maracaibo a Caracas solo para ese concierto. Era como un auto regalo de cumpleaños. Eran tan pocas personas, tanto talento del Pollo y los músicos y tan buen repertorio que debo decir que lo disfruté a más no poder.

Al finalizar el concierto, habían habilitado un salón pequeño del otro lado del restaurant como una suerte de camerino post show, y con la señal de Dani, caminé hasta donde estaban. Poco puedo explicar de cómo me sentí ahí, desde los músicos hasta el Pollo y Ana María me estaban haciendo sentir como una más del grupo. Hubo chistes a más no poder, un poco de poesía líquida y algunos tequeños como modo de celebración por tan buen show.

Salí de ese local pasadas las 2 de la mañana con la plena convicción de que sin dudas Dios me quiere mucho, porque me ha regalado momentos maravillosos y especiales con ellos.





-II-

Aquí aprovecharé de unir varios encuentros porque es un solo proyecto.

Para nadie es un secreto que el Pollo es un cultor de la música -la buena música- sobre todo de lo hecho en casa, ha dejado a un lado  el hecho de promocionar canciones inéditas para mantener vivo y resaltar el trabajo hecho por otros cantantes y músicos Venezolanos.

En el 2015 se unió a la cadena ferretera EPA, quienes desde hace un buen tiempo vienen desarrollando el valor de la familia por medio de la música de Simón Díaz. Rafael grabó un disco que lleva por nombre “Pa’ Tío Simón” que cuenta con 14 temas que van desde la contradanza, pasando por ritmos como parranda, pasaje, Sangueo de San Millán, Salsa, hasta Calipso. Para el momento de la publicación de este post, ya pasó las cuarenta mil copias vendidas a lo largo de 4 meses alcanzando así disco cuádruple de platino -aplaaaausoss pues-

Con la finalidad de lograr que el Pollo compartiera con las personas que han adquirido el disco, EPA y todo el equipo de Rafael organizaron una gira por 8 de las tiendas a nivel nacional. Particularmente estuve en 3, y si ya sé que estoy loquita jajaja, pero si no se habían dado cuenta hasta ahora es porque están tan locos como yo.

En las tres firmas de autógrafos disfruté mucho el hecho de ver a cientos de personas que como yo, admiran el trabajo que el Pollo ha venido haciendo. Desde niños con crestas hasta abuelitas -demasiado cuchis- sonreían al tenerlo de frente y poder abrazarlo y tomarse una foto con él. Rafael se encargó en cada ciudad -lo digo con propiedad porque tuve una encargada en cada sede- cantó, contó chistes y compartió con sus seguidores.

Particularmente la primera vez que vino a Maracaibo a la sede de EPA circunvalación uno, me llamó mucho la atención el darme cuenta como lo quieren y cuanta empatía sienten con él. Después de cantar 3 canciones del disco, el Pollo comenzó a cantar una gaita que lo acompaña en casi todos sus conciertos como buen creyente de la Chinita. Bastaron dos oraciones de "La elegida" a capela para que del lado del público comenzara a sonar una tambora para acompañarlo. El hizo señas para que se acercara el muchacho que la tocaba, y automáticamente arrancó un cuatro, y una abuelita con unas maracas, así de simple. Estaba tan acompañado como si fuese un primo que cantara en una reunión familiar. Así lo sienten en esta tierra, así lo quieren.

De las tres firmas, me llevé un autógrafo distinto, el mío y el de otras personas, y recibí los tres abrazos con mis tres fotos, pero muy por encima de eso me quedaron los tres recuerdos de ver a tanta gente buena compartiendo el amor por la música y por el Pollo.


-III-

Verán, he dejado para lo último lo mejor de mi 2015, mucho más allá de ser solo lo mejor del año pasado, es lo mejor en el tiempo que tengo compartiendo con el Pollo, es algo que como seguidora no tiene, ni tendrá precio. Si me siguen por las redes sociales sabrán lo expresiva que soy, siempre digo a quienes quiero, que los quiero, y cuan agradecida estoy por tener a gente buena a mí alrededor obvio el Pollo y su familia no podría ser la excepción. Pero aunque no me crean en persona me cuesta muchísimo decírselo.

Cuando lo veo puedo hablarle de muchas cosas: puedo pedir notas de voz para otras personas, puedo hablar sobre el concierto, sobre Micaela, cualquier cosa menos de agradecimiento y quizás él ya lo notó. Simplemente pienso que eso responde al hecho de que si le agradeciera en persona como en las redes sociales, lloraría de la emoción -yo también soy más llorona que una bolsa de hielo, como dice el-  Pero, si alguna vez lees esto tengo algo que decirte Pollito: NO TENDRÉ VIDA SUFICIENTE PARA TANTO AGRADECIMIENTO QUE TENGO EN EL PECHO, ni en esta vida ni en las próximas siete me alcanzarían para hacerte entender cuan feliz me hace saber que tengo al mejor ídolo del mundo.

 Y no solo agradezco lo que has hecho por mi, cada abrazo, cada mención, cada entrada o detalle, agradezco también las sonrisas que les regalas a todas aquellas personas que he conocido por compartir tu música, cada abrazo, cada detalle con el resto de las muchachas que te siguen como yo o hasta más y que me cuentan cuan felices son cuando te ven. Por ellas también agradezco.

Pero bueno, ajá el punto es que lo mejor de mi 2015 fueron los días 14 y 15 de noviembre dos conciertos llamados “Son de Navidad” donde el Pollo acompañado de la MARAVILLOSA Orquesta Latino caribeña Simón Bolívar interpretó canciones navideñas de todos los tiempos.
La particularidad de estos conciertos es que el 14 de noviembre, era el cumpleaños del Pollo, y como yo tenía un viaje planificado me puse de acuerdo con Ana María Vivas para llevarle al Pollo una torta por su cumpleaños. Nuestra sorpresa fue que usaran esa torta para cantarle cumpleaños sorpresa en pleno concierto. Fue un momento lindo, los músicos tocaban el cumpleaños, mientras el Pollo estaba acompañado por 4 de sus hijos, para soplar la vela -que en realidad sopló Micaela-

Después del concierto, bajé a los camerinos y el Pollo se sorprendió un poco al verme porque no sabía que yo iba, luego de saludarlo y felicitarlo, me conseguí con Dani, los hijos del Pollo, y Ana María, con quien me quedé hablando sobre los Latin Grammys que estaban cerquita -hasta me dio la primicia de su vestido jeje-. Mucho menos sabía el Pollo que la torta era un regalo nuestro y cuando se dio cuenta hasta nos dio un medio regañito por no haberle dicho para el agradecernos en el concierto, pero en realidad no necesitábamos eso, ya Ana Vivas y yo nos sentíamos felices por saber que le había gustado el detalle.

Después de tomarnos las fotos respectivas, y cuando ya nos estábamos despidiéndonos de Dani, para subir e irnos llegó Roche, el manager del Pollo -mi queridísimo Roche- y nos dijo que para donde íbamos, si nosotras estábamos secuestradas. Ana, Dani y yo no entendíamos mucho pero cuando dijo que nosotras tres nos íbamos con él, Ana  y yo solo nos mirábamos pelando los ojos de los nervios.

Así fue, momentos después estábamos montadas en el mismo ascensor que el Pollo, sus hijos, su mama, y su esposa, camino al estacionamiento porque íbamos a cenar con todos ellos por la celebración del cumpleaños del Pollo. Ahora que vuelvo a revivir la noche para escribirla, vuelvo a sentir un nudo en la garganta y las mismas ganas de llorar.

Llegamos al restaurant -el sótano grill- y nos recibió Rui ¿se acuerdan que acabo de hablarle de el, arriba? Bueno, me saludó y hasta se acordó que me dicen la novia del pollo. En el transcurso de 20 minutos, había pasado de estar en el centro cultural BOD a estar sentada en la misma mesa que los afectos más cercanos del Pollo, aun no me lo creo.

La noche fue perfecta, brindamos, compartimos, y cantamos cumpleaños. Estuve callada la mayor parte del tiempo -aunque no me crean- quería decir lo menos posible para captar lo más mínimo. Simplemente quería poder recordar cada momento de ese rato, no cualquiera puede decir que vivió algo tan especial con su ídolo, por eso también me siento sumamente agradecida.

De a ratos el pollo me miraba y me preguntaba si todo estaba bien -creo que le sorprendía que yo no estuviese como una cotorra echando cuentos jajajaja-. Tuve la oportunidad de ver al Pollo arrullando a Micaela mientras dormía, y al mismo tiempo contaba anécdotas de la época en la que su hija mayor Giselle tenía la edad de Mica y como ha cambiado su vida en este tiempo. Estaba simplemente fascinada, solo podía sonreir y prestar atención -uno no sabe si es la única vez que va a vivir eso-

Como si todo eso fuera poco, cuando ya teníamos rato en el restaurant, mientras yo estaba hablando con Dani, sentí que me pusieron las manos en los hombros, era el pollo, diciéndome en el oído: “Rosita, yo te quiero dar algo que tiene muchos años conmigo. Hoy te lo quiero regalar para que tu lo tengas, y si quieres lo uses si no, no importa. Igual quiero que lo tengas” Mientras colocaba sobre la mesa un collarcito que había tenido puesto ese día -y muchos más por las fotos que he visto- y que olía a él.

Yo solo pude taparme la cara para no llorar frente a el -mientras escuchaba de fondo a la Simón decir “ayy va a llorar”- Creo que no tengo palabras para explicar que sentí en ese momento. Solo pasaban por mi mente un pocotón de voces de personas que me habían dicho que estaba perdiendo el tiempo apoyando al Pollo, que el ni sabía quién era yo, que si me gustaba malgastar el tiempo, que yo no era sino una fan más -cosa que nunca negaría-. Mientras al mismo tiempo pensaba que se había pasado de hermoso, que no era el collar lo que me importaba, sino el gesto de desprenderse de algo suyo para  que se quedara conmigo.

Y es que seamos sinceros, cuando uno es fanática de algún artista  no espera más allá de una sonrisa a cambio, el esfuerzo que haces en realidad lo sientes mínimo luego de un abrazo, y lo que menos te imaginas es que va a tener la posibilidad de compartir un cumpleaños, mucho menos cuando está con su familia, y muchísimo menos que va a tener un detalle de ese tipo. Pero sucedió, así que no puedo sino seguir agradeciendo cada vez que tenga la oportunidad, y decir: ¡Gracias 2015! Esperando que el 2016 venga cargado de momentos tan lindos e inolvidables para mí, y muchas personas más que sigan al Pollo.


Espero pronto poder escribir sobre mis encuentros con el Pollo en el 2016, ahora es que viene lo mejor así que pendientes.

miércoles, 6 de enero de 2016

Resumiendo el 2015

Resumiendo el 2015 PARTE I

-I-

Los primeros meses del año nunca son mis preferidos en cuanto a música se refiere.
En los años que tengo siguiendo al Pollo, los conciertos a los que voy comienzan en Mayo y el 2015 no fue la excepción.

Mi primer concierto fue una excelente presentación. La Big Band de Maracaibo, y Rafael “Pollo” Brito se unieron para regalarle a toda el Aula Magna de la URU un concierto simplemente hermoso.

Este concierto tuvo algunas particularidades bastante emocionantes, directamente desde la capital, llegó quien considero la mejor seguidora que tiene el Pollo (No, NO SOY YO), su nombre es Ana María Vivas, tiene unos poquitos años más que yo, pero menos kilos jajaja, no sinceramente: Ana es con quien estoy segura que el Pollo siempre tendrá quien lo aplauda cuando yo no estoy en los conciertos, me alegro cada vez que ella asiste a un concierto, como si fuera yo quien lo viviera.

Tenemos muchas cosas en común: Ambas amamos la música y la consideramos la mejor manera para sanar. Ambas somos bien romanticas y rockoleras y lloronas por encima de todo. Ambas somos fanáticas de la buena música y apostamos por el talento de Venezuela. Y sobretodo ambas amamos al Pollo, aunque ella no sea salida como yo. Ana es un ser humano maravilloso, es madre, trabajadora y como toda Venezolana siempre tiene una sonrisa para quienes la rodean. Decidió venir a Maracaibo junto a dos amigas más a quienes también les tengo aprecio, para vivir un concierto con un nivel de producción y compromiso bastante elevado.

Por otra parte, justo el día antes del concierto, otra seguidora del Pollo, mejor conocida como “PolloNovia” me escribió porque el Pollo le había ofrecido una entrada si llegaba a Maracaibo -Y no, no es una usurpadora jajajajaja, yo la conozco, y usa ese sobrenombre porque también sigue la carrera de Rafael-

María José no lo dudó, movió cielo y tierra, con sacrificios y algunas pequeñas locuras, llegó a Maracaibo para estar en el concierto. Sin dudas le ofrecí mi casita para que pasara la noche. Era lo menos que podía hacer al ver todo lo que estaba haciendo para lograr venir, además yo sé lo que se siente, no la podía dejar morir.

Como si fuera poco, llegado el día del concierto, me contactó el manager del Pollo, mi queridísimo José Luis Roche, para decirme que tenía una entrada  de cortesía para mí, como ya yo tenía entrada me dije a mi misma: Mi misma, pregúntale si tú puedes regalársela a alguien más, y así lograr que otra fanática más disfrute ese concierto, y así lo hice. El me dijo que sí, así que llamé a otra PolloFan confirmada, llamada Ángela, y le di la noticia de que tenía una entrada.

Se podrán ustedes imaginar ese poco de mujeres juntas aunque no revueltas, un arroz con mango de ciudades jajaja. Todas suspirando emocionadas por el mismo hombre. Del concierto es poco lo que voy a decir, por que como la gran mayoría de los conciertos en los que está el Pollo, desde la primera canción, hasta el último tema, fue estupendo. En Maracaibo la Big band está haciendo espectáculos con calidad de exportación, y si a eso le sumamos el talento de Rafael, no hay manera de que las cosas salgan mal.

Todo el combo, con un poquito de paciencia, y la ayuda de Roche por supuesto, logramos entrar al camerino y tomarnos algunas fotos con el Pollo. Y esa noche llegué a mi casa con la certeza de haber visto sonreír a algunas otras que sienten el corazón acelerado como yo, cuando tienen a su ídolo de frente, con los brazos abiertos y una sonrisa que no falla.





-II-

Después de la Velada inolvidable –así se llamó el concierto con la Big band- viví uno de mis dos momentos preferidos del 2015 con el Pollo. Con un poquiiito de esfuerzo -mentira fue bastante, pero no importa- logré ir a un concierto, que sinceramente, si me lo hubiese perdido, de corazón hubiese llorado mucho.

De la mano del párroco de la Basílica de la Chinita el padre Eleuterio Cuevas, Ronald Borjas, Sentimiento Nacional y Rafael “Pollo” Brito, se unieron para hacer un “Ofrenda de amor”, un evento totalmente a beneficio de las obras de la parroquia. Los tres talentos, decidieron retribuirle a la Virgen de Chiquinquirá una pequeña parte de las bendiciones que los rodean.

El Pollo vino a Maracaibo con toda su orquesta, su asistente y su manager, el repertorio fue una mezcla entre las canciones del Homenaje a Tito Rodríguez, Gaitas zulianas, y algunos boleros. Fue el último de los tres pautados. Pero sucedió algo mágico. Llegada la medianoche, y en medio del repertorio del Pollo, apagaron todas las luces, el Pollo salió de escena para lo que el público  -incluyéndome- pensábamos que sería un cambio de vestuario.

Aunque no estábamos equivocados del todo, que clase de cambio. Con la sala con apeeenitas un rayito de luz, el lado izquierdo del gran saló del hotel Intercontinental, se encendió una luz, acompañada solo por la voz del Pollo que rezaba: “Todo era humilde y precario pero en el ambiente espeso, flotaban mansos los rezos de aquellas almas que a diario” Mientras se colaba la imagen de la Virgen de Chiquinquirá en brazos de los servidores de María.

Transcurrieron apenas segundos para que los presentes entendieran que estaba sucediendo. Teníamos en vivo y directo la tablita con la imagen de nuestra patrona, y como si esto fuera poco la acompañaba la maravillosa voz de Rafael.

Para todos los Marabinos, el fervor Mariano es algo que no se puede ocultar, todo el mundo se levantó de sus asientos.

Ya con las luces encendidas, resaltaban dos cosas: la virgen María repleta de flores siendo aplaudida por todos los presentes, y un Pollo Brito, vestido de blanco de pies a cabeza, portando el traje de “Servidor de María” y con la voz entrecortada, haciendo su mejor esfuerzo para cantarle a la Virgen.

El público no podía ocultar su emoción, el Pollo tampoco. Para nadie es un secreto, el gran amor que le tiene a la virgen María, bajo distintas advocaciones. El Pollo es Mariano, confía en ella como la madre de Dios, y siempre que puede, le agradece tantas cosas buenas de la mejor manera que sabe, con su canto.

El pollo cantó la elegida, acompañado por gaiteros como Ramir Salazar y Humberto Sánchez, mejor conocido como el Ovejo. El público estuvo todo ese tiempo de pie. El Pollo no pudo evitar que se notara la emoción que sentía, su voz que quebraba.

Algún par de gaitas más sonaron, pero eso no es todo. En plena “serenata” a la Virgen Chinita, el padre Eleuterio Cuevas subió al escenario, y le regaló al  Pollo lo que sé que será un recuerdo que atesorará por el resto de su vida. Entre la seriedad y el sentido del humor que lo caracteriza, Eleuterio, entregó al Pollo una placa como reconocimiento de su participación en el concierto, y como si eso fuera poco, le hizo entrega, de un botón que data de 1942, considerado parte de las reliquias de la virgen. Botón que fue entregado en la ceremonia de coronación de la Virgen de Chiquinquirá y que decidieron sería descontinuado de los tesoros de la Virgen para en palabras del padre: Ser entregado a un hijo fiel de María”

Como fanática, creyente hasta los tuétanos de la Chinita, no puedo explicar muy bien lo que sentía mientras veía e intentaba grabar  ese momento mientras las lágrimas me ganaban. No me cabía en el pecho tanto orgullo, y tanta felicidad por imaginar cuan emocionado y halagado tenía que sentirse el  Pollo, su cara fue todo un poema, y en ese momento los sacrificios que hice para comprar mi entrada, se convirtieron en NADA.

El concierto terminó con la promesa de volver a organizar otro, cuando bajé para conseguirme con ellos en el espacio que servía como camerino lo ví, todo vestido de blanco, mostrándole a alguien más el botón, con una cara de felicidad que me sacó una sonrisa. Decidí seguir derecho y saludar a Giselle y Andrés dos de los hijos del Pollo, a Dani y a Roche.  Cuando me acerqué a Dani, ella tenía la placa que le habían otorgado al Pollo, al verla solo pude quedar mirándola fijamente, tomarle una foto para guardarla en mis archivos, y comenzar a llorar de emoción, aunque no quería. Giselle se dio cuenta y solo me decía que no llorara, tan bella jajaja. Tengo que aceptar que yo  soy biiien jevita y llorona. Y todo lo que tiene que ver con el Pollo, y la religión me afloja el guarapo en 3…2…1. Así que podrán imaginarse una mezcla de ambos.

Cuando el Pollo se desocupó y me vio, me abrazó y me regaló una sonrisa, yo no lo pude evitar, mis ojos volvieron a aguaraparse, y los de él también. Me mostró su botón, cual niñito orgulloso y yo solo pensaba que lo tenía muy bien ganado. Tengo mi foto con el servidor de María y me fui a  mi casa con el alma llena de orgullo y felicidad.


Placa de reconocimiento.






lunes, 4 de enero de 2016

¡Año nuevo, cuentos nuevos!

Me preguntaron varias veces porque había dejado de escribir, si era que ya no me emocionaba cuando veía al Pollo, si me había aburrido entre otras interrogantes. Hasta yo misma llegué a preguntármelo un par de veces.

Si bien es cierto, que la finalidad de este espacio, era -y sigue siendo-   compartir con mis amigas (también seguidoras de la familia Brito Simón) mi punto de vista y mi sentir ante cada encuentro con Ana María y el Pollo, algunas otras personas fueron sumándose en el camino, por lo que estoy muy agradecida.

Ya no tengo 20 años, como reza mi primera publicación en este espacio,  ahora tengo 24. Pero hay algo que no ha cambiado: Sigo segura que escogí muy bien a quien corearle las canciones, a quien aplaudir de pie en cada oportunidad que la vida me da, cuatro años después puedo afirmar que sigo siendo una fanática del talento de Rafael “Pollo” Brito. Y que cada presentación me emociona como la primera. Tiemblo, sufro de risas nerviosas y largos silencios mientras observo como se desenvuelve. Aún percibo su particular perfume, y sus abrazos siguen causando las mismas sonrisas.

El 2015 fue un año maravilloso en mi vida de fanática, viví momentos que ni en sueños hubiese pensado, pero por alguna razón abandoné este espacio. Quizás quise guardar algunos recuerdos para mí, hasta sentir que era el momento correcto para compartirlos con 1 o 10, o 100 personas que quieran leer, y se sientan identificadas con mis palabras.

Ahora que comienza el 2016 intentaré hace un resumen de mi 2015 como “Lanoviadelpollo” o Rosita, como me dice el Pollo. Y tengo la firme intención de que cada vez que me cruce con él, o su familia en este nuevo año, pueda compartirlo con quienes quieran reírse de las locuras que comúnmente escribo, y entiendan así porque nunca me canso de apoyarlo.

¡Que comience el 2016!  Vamos a rezar para que sean muchos encuentros, conciertos, desayunos, almuerzos  o cenas. Quizás alguna celebración, o simplemente compartir por causalidades de la vida.

¡Sean bienvenid@s de nuevo!