martes, 12 de febrero de 2013

Visita Grupal e inesperada a la radio




Luego de terminar mis clases en la universidad y pasar mi cumpleaños decidí viajar a Caracas de nuevo (Por si no se han dado cuenta, AMO CARACAS), a pasarme unas vacaciones con mi familia y agregados jajajaja.

Ya para este tiempo no solo hablaba con María José, se habían sumado otras personas que hoy son muy especiales, como por ejemplo Nazareth, Isabel (O Natalia, nunca sabemos cómo decirle jajajaja) y María de Los Ángeles, todas compartimos algo en común SOMOS FANÁTICAS DE LAS BUENAS! JAJAJAJAJAAJAJA 

Después de tener ya varios días en Caracas llegó el viernes 24 de agosto, me disponía a verme con María José que estaba también de vacaciones en Caracas para hablar de todo un poco durante la tarde.

 Como no conoce mucho de andar en metro. Le dije que nos veíamos en los molinos de la estación del metro de Sabana Grande, para que camináramos un rato por el boulevard y compartiéramos la tarde juntas, pero a la niña no se le ocurrió nada mejor que SUBIR AL BOULEVARD SIN CONOCERR, para llamarme diciéndome que no sabía dónde estaba, y así yo tener que salir corriendo como una loca corriendo pa buscarla, SI,SE PERDIÓOO!! JAJAJAJAJAJAJA. 

La encontré y estaba BLAANCA cual papel bond JAJAJAJAJA, unos minutos después me llegó un mensaje de Naza, preguntándome donde andaba y que estaba haciendo, y le comente lo que había pasado, y en ese momento, me propuso que fuéramos a la radio (Onda) ya que ella estaba con Daiyorlis (otra del grupo) y yo andaba con María, aprovechar y visitar a Ana María y al Pollo que le estaba haciendo el quite a la comadre Erika De la Vega y bueeeno, como a mí no me gustaaa (Ni a María José tampoco), OBVIO ACEPTAMOS!!

Un ratico después nos encontramos para comprar regalos para Micaela, costumbre que tenemos de consentirla jajajaja y para llegar juntas a la radio, cuando nos conseguimos PORRRFIIIN nos vimos en persona, luego de taaaantas conversaciones y de sentir que éramos amigas de toooda la vida, caminamos un rato, mientras veíamos juguetes para mica, hasta que nos dimos cuenta que era más que tarde para agarrar camino hacia la estación.

Y así mi tarde pasó de ser una reunión de amigas, a una aventura más pa la lista JAJAJAAJAJAJA; Llegamos a la radio luego de comenzado el programa, y como ellas ( Naza y Dai) ya habían ido antes a la radio sabían cómo era la cosa, en la recepción había una chica súper joven, delgada y de cabello crespo, que al vernos entrar con bolsas de regalos y en grupo nos preguntó hacia dónde íbamos, Naza le contestó que estábamos de visita para el programa de Ana, ella llamó a la cabina y nos preguntó los nombres.

 Luego de recibir respuesta, nos dijo que si podíamos esperar hasta que terminara la 1era hora para que nos atendieran, obvio dijimos que no había problema, igual solo faltaba el “Reto Suazz” para que se acabara la primera hora, mientras esperábamos hablábamos cualquier cantidad de boberías, incluido mi nombre del twitter jajajaja la chama se enteró de mi amor por el pollo y mi perseguidera loca. Recuerdo entre una cosa y la otra haberle dicho que de seguro era muy aburrido pasar el día sola en esa recepción que la próxima vez que visitara la radio le regalara una sopa de letras para que tuviera algo con que entretenerse       ( La chama es muuuy pana).
 
Luego de eso empezó el reto suaz, y yo como una loca estaba casi que me saltaba el escritorio pa poder escuchar al pollo mientras trataba que hacer uno que otro suaz, a decir verdad por un momento dudé de el JAJAJAAJAJA todo el mundo le trancaba y pensé que el espíritu de Héctor Palma había quedando rondando la cabina y por eso la mala racha (Las que escuchan Un mundo perfecto me entienden y se ríen JAJAJA). 

Terminó la primera hora y llamaron de cabina para decir que podíamos subir, deje que las otras 3 (Naza, Dai y María José) pasaran primero que yo, el pollo al ver al María de una brincó y dijo: “MIII AMOORR y tú qué haces aquí? A lo que yo respondí entrando a la cabina “VINOO CONMIGOO” La cara del pollo fue un poema JAAJAJAJAJAJA y como siempre acompañado de su “Coyeee Rositaa” mientras me abrazaba y besaba, saludé a Ana mientras el pollo nos preguntaba a María y a mí desde cuando estábamos en Caracas.

Mientras eso ocurría Nazareth estaba paralizada, no hablaba, no se reía, casi que no respiraba en sus palabras “Estaba en su burbuja” JAJAJAJAJA (Le sucede eso cuando ve a Ana María. DISCULPAME PERO TENIA QUE DECIRLOOO!!) y María tenia los ojos aguados a puntiico  de llorar (QUE RAAROO ELLA SI LE CUESSTA JAJAJA) Y yo hablabaaa y hablaba, le contaba a ellos que ya había terminado la universidad, que solo me faltaba el acto, y también decía que habíamos llevado regalos.

El pollo estaba entretenido con el invitado de ese día (José Alejandro Delgado) Un tipo súper talentoso, y con una forma de escribir bastante peculiar, en lo particular me gusta bastante! Y Ana recibió los regalos para Micaela, Quien por cierto estaba rondando por la cabina, mientras nosotras nos derretíamos de amor por ella.

Luego de eso, bajamos a esperar que se terminara el programa, porque en medio de un cuento le dieron la señal a Ana de que entraban al aire.

Y cuando terminó el programa, nosotros aún estábamos en un mundo perfecto cuando los vimos bajar. El pollo venia con Micaela en brazos y cantando un pedacito de la canción Una casita bella Explico: Cuando el pollo canta “Donde se cojan con la mano las estrellas” Micaela hace el gesto de agarrar una estrella con su mano. Al ver eso bueno, si MORIIII DE AMOORRR!!! 

Bajó Ana luego y empezó la sesión de fotoooos… combinado con uno que otro comentario. Ellos estaban apurados pero recuerdo que estando ya fuera de la emisora el pollo le dijo a María unas palabras acerca de su enfermedad dentro de lo cual dijo “Nunca le des el gusto a los demás de verte triste, sonríe siempre para que se den cuenta que eres más fuerte de lo que creen” y bueno sii.. MOOORII DE NUEVOO!! Nos despedimos y así terminó un día distinto pero lleno de felicidad.

Aqui parte de las fotos :) 
 



 

martes, 5 de febrero de 2013

Una entrevista especial..Por Albermary Aponte

Un pollo venezolano por los cuatro costados

Rafael “el Pollo” Brito, tan criollo y variado como el plato típico de Venezuela
Imagen

El cuatrista y representante del Folklore Fusión condensa las cualidades particulares del venezolano común. Defiende sus convicciones y se expresa sin que le quede nada por dentro

Albermary Aponte

El Pollo Brito está a punto de grabar el segmento de El Calabozo del magazine matutino del Canal de la Colina, pero en su pequeño receso antes de salir al estudio 6 se encuentra dentro de su cubículo, sentado en una silla entonando unas canciones con su guitarra. En su camerino todo está dispuesto en perfecto orden para él. Para la abuela puede verse como un desorden pero es parecido a las habitaciones de los adolescentes de los que tanto se quejan las madres. Es un espacio de 4×4 bien iluminado. Su vestuario se refleja en un gran espejo en cuya peinadora reposan un televisor pequeño, una pila de Cd’s de sus cantantes favoritos, su celular y al frente un perfume Dolce & Gabbana poco más debajo de la mitad. Amable y sencillo, Rafael Brito representa al venezolano echa’o pa’lante, solidario, humilde y, como pocos artistas, preservador de los valores culturales de la nación.

Nació en Caracas el 14 de Noviembre de 1971. Dice que su afición por la música le viene por haber crecido en una familia musical, aunque ninguno de sus progenitores sean profesionales de la carrera. Era el propio muchachito al que el papá le decía en cada reunión familiar “toca esto, toca el cuatro”. De hecho, le atañe a su papá la responsabilidad de ser lo que es hoy en día y agradece a Dios por que el Gallo -como le gusta llamar a su padre- se haya esmerado por convertirlo en muchacho de bien. “Él fue el culpable de que yo haya iniciado estudios con el cuatro y eso es el resultado de lo que es mi vida ahora.
Cuenta que en la adolescencia fue un poquito rebelde, no tenía vicios y era “medio líder”. Pero sus aspiraciones siempre fueron llegar a la meta propuesta y mantenerse alejado del camino que no lo llevara hasta ahí, gracias también a que estuvo rodeado de personas “buenas e inteligentes” que lo ayudaron a permanecer enfocado en sus metas.

“Yo no me dejaba guiar por las invitaciones a tirar piedras. Más bien yo era el que influenciaba. En mi adolescencia estaba muy claro de lo que quería hacer. Todos los días me iba con un cuatro en el hombro, me montaba en un autobús y la gente me veía con cara de ‘¿y este loco?’. Pero más allá de eso no tuve vicios, o sí, pero eran buenos, como la comida. Pero no soy bebedor, nunca he fumado, no he usado drogas, nada de eso.”

A los 11 años inició estudios musicales en la Orquesta Nacional Juvenil del estado Miranda, en la cual aprendió a tocar el oboe, instrumento que lo acompañó durante 10 años de su vida. A esa edad su profesora de música, Raquel González, empieza a llamarlo “pollo ronco, porque era muy flaquito y hablaba muy ronco”. Y al pasar el tiempo, su voz se aclaró y solo quedó como “pollo”.

Cursó estudios de especialización en el Conservatorio Simón Bolívar y pasó por varias orquestas sinfónicas, pero un día circunstancias de la vida lo obligaron a abandonar su carrera en cuanto a la música clásica. “En ese tiempo las orquestas no pagaban a tiempo y mi hija acababa de nacer –explica Rafael- entonces tuve que trabajar en otro lado. Un día llegué tarde a un concierto, hubo un problema y entregué mi instrumento. Pertenecer a la Fundación Simón Bolívar me ha enseñado muchísimo, a pesar de ser ésta de música clásica y no de música popular venezolana”.

Tiempo después se mantuvo dando conciertos con ellos pero como cuatrista o cantante y, aunque ya no está ejecutando, se mantiene ligado a la fundación dando clases de cuatro en el Conservatorio donde se formó.
Cuenta que cuando empezó a dar clases de cuatro a los estudiantes no les llamó la atención  Rafael Brito como profesor. Sin embargo, cuando se enteraron de que el profesor sería Rafael “el pollo” Brito creció la matrícula de inscritos. “Creo que ese es el gancho, es más fácil recordar ese nombre, y a lo mejor por el tipo de programa que es Portadas la gente lo recuerda más”, confiesa Brito, risueño.

El momento más duro de su vida fue en el año 1999 en el que trabajó lanzando periódicos, labor que se vio obligado a cumplir porque tenía que mantener a sus hijos -tiene cinco-. Confiesa que siempre tuvo fe en que todo saldría bien y afirma que Dios, la Virgen y San Onofre lo acompañaron mientras superaba ese obstáculo.

Ahora se encuentra en el programa matutino de Venevisión “Portadas” como animador, oficio que le encanta a pesar de que, en las propias palabras del Pollo, es cansón, por lo agotador que es el trabajo que hace diariamente.

Mariela Celis y Carolina Indriago, también animadoras del programa, coinciden en que es un excelente compañero de trabajo, con un gran sentido del humor, muy alegre y divertido. En una sola palabra lo definen como bochinchero. Es un personaje muy criollo, anecdótico, y sorprende cuando se le escucha un dejo oriental en su voz al hablar.

Cuando hablan los fans del Pollo es casi obligatorio referirse a Rosa Martínez -recomendada por el mismo Rafael-, mejor conocida en Twitter como @lanoviadelpollo desde julio de 2011. Esta abogada marabina empezó a interesarse y a verse poco a poco atraída por la música de Brito. Tuvo la oportunidad de conocerlo en una presentación que él hizo en Maracaibo y, en las propias palabras de Rosa, quedó enamorada de su talento y de su calidad vocal en un medio como el musical que poco sorprende a la audiencia con buenas producciones y en el que muchos son artistas pese a la carencia de habilidades vocales.

“Mi admiración por él viene primero por ser talento venezolano, además tiene una voz increíble. Es un músico completo, con cada canción te transmite un sentimiento específico, y lo más importante es su calidad humana. Pienso que aun teniendo fama y talento conserva su humildad al máximo y eso lo hace un ser digno de admiración y respeto!”, confiesa Rosa.

Por otra parte Oscar D’ León e Ilan Chester se refieren a él como un muchacho muy talentoso y muy afinado, algo que el Pollo no se quiere creer del todo. De hecho, considera que llegó de “carambola” a este medio y confiesa que en sus aspiraciones de niño se imaginaba estar pero no pensaba que iba a llegar.
Admira a Simón Díaz y a Oscar D’ León por todo el trabajo que han hecho por Venezuela tanto a nivel nacional como internacional, y desde sus comienzos, sigue los pasos de estos artistas. “Este es el primer escalón de la escalera que quiero subir. Llevo tres escalones apenas de todo a lo que quiero llegar a ser. Uno quiere hacer tantas cosas por este país que pienso que este es el comienzo solamente”, expresa sobre sus aspiraciones actuales.

Quizás muchos piensan que la animación es una actividad desligada del canto, pero para el Pollo la animación es parte del artista. “Creo que prefiero sumar. Hay gente que dice ‘tírate por este tubo y haz eso solamente’. No. Lo que me ha enseñado la vida es ‘si lo puedo hacer ¿por qué no lo voy a hacer?’ Y no soy nada egocéntrico como para decir ‘yo animo bien’. El público y la gente que trabaja con uno son implacables”, afirma, y agrega que ha tenido mucho apoyo del público y del personal con el que trabaja.
Si se preguntan dónde está el cuatrista que incursionó en este medio con “Una casita bella para ti”, él contesta “Aquí está. Siempre. Y creo que la animación es una finta pa’ que la gente crea que me perdí. Creo que tampoco hay que desbocarse en hacer todo en un año porque después lo que haces es como la espuma”.

Sobrevivir en este medio es bastante difícil pero él comenta que la mejor manera de uno comportarse frente a las malas intenciones es pasar con las manos en los bolsillos silbando. “Sí, peazo’e loco, pero uno en esta vida no puede ver mucho pa’los lados, uno va haciendo lo que uno cree que es mejor para cada quien”.
Esa manera de pasar hecho el loco y sin ver mucho a los lados por la vida es algo que lo ha caracterizado desde adolescente, y piensa que en la manera en que uno haga lo que le gusta, va a gustar a los demás. Hace y actúa según como siente en el momento, se guía por la intuición y dice que si bien todo en la vida debe tener un orden, uno mismo aporta un estilo particular a lo que hace. “Si no hay esencia, no hay nada”, asevera.

“Venezuela tiene que saber que su cultura es única en el mundo, en cuanto a música, arte y otros. Nosotros tenemos una virtud que es la síncopa y el swing que muchos quisieran tener y lo digo con orgullo porque tenemos un swing que no lo tiene nadie, creo que es muy importante dar a conocer eso. Aquí la gente no lo toma como una bandera, dicen que no les gusta ésta sino la otra”, expresa Brito y cita a Luis Escaray (famoso cantante de gaitas) cuando dice “por ahí se va la patria”.

La palabra “patria” tiene una connotación muy política en el país en estos tiempos, y allí el Pollo aprovecha para expresar su posición en estos asuntos: “yo soy apolítico totalmente. Me identifico con lo que decía Tite Curet Alonso (puertorriqueño, compositor de salsa), ‘la música no es ni de izquierda ni de derecha.”
Confiesa que su música favorita es algo entre la gaita y la salsa. Ese gusto por la música ubicada entre distintos géneros pudo ser la influencia para darle inicio al Folklore Fusión –mezcla de ritmos folclóricos afrovenezolanos con ingredientes del pop-, con el cual llegó a ser reconocido en el medio artístico en el año 2005.

“La idea de mezclar la música folclórica con el pop fue una idea un poquito a lo Carlos Baute. Pero él emuló con los instrumentos del pop los ritmos venezolanos, yo lo hice al revés. Lo que hice fue unir las dos cosas”, explica. Además, destaca que no le tiene miedo a ningún género musical, incluso, para él es un placer y un reto cantar algo a lo que no está acostumbrado.

Piensa que no tiene sentido eso a lo que llaman Neofolklore. “Realmente, yo aplaudo a los grupos de rock que lo hacen -versionar canciones de cantantes importantes de nuestra música-, lo único que les pido es que lo hagan bien. Porque yo no sé si piensan que cantar a su manera es bonito, pero hay un grupo que cantó una canción de Gualberto Ibarreto –canta el inicio deLadrón de tu amor”- y en la armonía están perdidos. Es preferible preguntar a los que saben”.

Al Pollo Brito le preocupa más que le digan que algo está mal hecho en lugar de que algo no le gusta a alguien y de allí se rige para criticar las producciones que llegan a sus oídos.

“Puedo decir que he escuchado muy pocas cosas malas a nivel musical y soy de los que escucha cualquier tema malo de principio a fin, por lo que creo que tengo la facultad de  decir ‘esto no sirve.’ A veces uno se extraña y ve como en el mercado mundial la música que no sirve se pega, pero una cosa es que no te guste y otra cosa es que esté mal hecha”, declara tajante.

Por último, el Pollo tiene una teoría muy interesante para explicar dónde radica la pérdida de valores culturales y tradiciones venezolanas de las que tanto se habla en la actualidad.

“Aquí los culpables son los maestros en las escuelas y los padres en la casa. Realmente no creo que funcione lo obligado. Se pueden tener leyes que te lleven a cumplir con ciertas normas, pero si desde chiquito te enseñan a comer con el plato en el piso, cuando llegues a una mesa dirás ‘yo prefiero comer en el piso’. Es una cuestión de costumbres. Si todavía en los colegios, en los libros de primaria dicen que la música venezolana es la música criolla y ya,  ahí está el error. Si te dicen que el único cantante emblemático es Simón Díaz, no es lo correcto. El error no son los muchachos de hoy, el error es lo que ellos han tenido como guía, y allí se incluyen los maestros, profesores y los padres. Así de sencillo”.

El Pollo Brito define la identidad del venezolano como una cosa loca y mestiza, como el Pabellón Criollo que está hecho con cuatro ingredientes distintos y es diferente en cada región del país. Él es ese personaje que posee carisma, espontaneidad, irreverencia y buen humor. Es la representación del venezolano común. En otras palabras, el gentilicio del país es indefinible y así es él: un pollo venezolano por los cuatro costados.