Luego del maravilloso concierto
de Tito en Maracaibo. Por causalidades de la vida, empecé a tratar por twitter
a una persona, a la que ahora considero un regalo del Pollo, como siempre le
digo, Un ángel en la tierra llamado
María José Terán Carreño, un ser humano
que ha pesar de su corta edad me ha hecho ver el mundo de manera distinta, y me
ha enseñado miles de cosas sin tan siquiera sospecharlo.
Para mi comenzó siendo “@Pollofans
“una simple fanática más del pollo, pero luego de tratarla y darme cuenta lo
maravillosa persona y la madurez que se puede tener a los 16 años, pasó a ser “Mi
media mitad Pollistica”, a decir verdad la considero la hermana menor
que no tuve.
Con ella viví uno de los mejores
conciertos del pollo a mi parecer. El sitio: Auditorio Simón Bolívar en Ciudad
Ojeda, el 30 de junio del año en curso.
Mi plan inicial era comprar mi
entrada y quedarme a dormir en Ciudad Ojeda en casa de una amiga de la universidad, ya que
el concierto era de noche y es peligroso agarrar carretera para Maracaibo esa
hora, Entre una cosa y otra el papá de
María terminó haciéndome el favor de comprarme la entrada (que por cierto me la
regaló mi amada tía *_*).
Creo, mas bien estoy segura que el único tema de conversación entre María J. y yo era lo ansiosas que estábamos
por el concierto, ella por conocer al pollo, y yo púes por volverlo a ver, hablábamos
todos los días hasta que llegaba la madrugada, nos fuimos conociendo sin darnos
cuenta, empezamos a sacar cosas de
nuestras vidas que solo se comparten con personas especiales, pero a decir verdad para mi, nos conocimos en otra
vida, y fuimos mejores amigas, no es común tanto cariño en tan poco tiempo.
Pasaron los días, y el día antes del concierto, justo el día antes, mi amiga de la universidad me llamó para decirme que no podría quedarme a dormir en su casa por problemas personales con su esposo, y más o menos como le reclamaba yo algo. Al enterarme de esto, obviamente llamé a María para contarle, y decirle que ya que no iba a ir, le diera mi entrada a alguien más que la tomara como un obsequio.
Sin pensar que 5 minutos después de
trancar me devolvió la llamada para decirme, “Ya está todo resuelto, hablé con
mamá y te puedes quedar en mi casa, pero tu como sea tienes que venir a ese
concierto”. En ese momento por mi cabeza pasaron 1000 cosas, la primera ¿COMO
ME QUEDO EN UNA CASA DONDE NO CONOZCO A NADIE? ¿Y SI ME MATAN ALLÁ? Jajaajajajajaajaja, ajá, son preguntas entendibles
en el país donde vivimos y mucho más porque no es común que alguien le ofrezca
la casa a otra persona sin conocerla. Obvio no me pasó nada malo, por el
contrario.
Llegado el Sábado (Día del
concierto), me paré bien temprano, arregle un bolsito con ropa y me fui al
terminal para agarrar un carrito por puesto hasta Ciudad Ojeda (Vayan
calculando cuanto AMO al pollo) y llegue a Ojeda luego de par de horas horas! Allí tomé un taxi hasta la casa de María, obvio como era la primera vez que iba a Ojeda estaba súper perdida!
Luego de unos minutos llegue, y allí estaba ella dispuesta a recibirme de la mejor manera, con una sonrisa.
Me presentó a su mamá y el resto de la familia que estaba en la casa, y me hizo pasar a su cuarto, allí empezamos a hablar de todo lo del concierto del pollo… y entre una cosa y otra empezamos a alistarnos para irnos al auditorio.